Ahora me alegro de haber decidido salir el sábado por la noche. Ahora todo tiene un poco de sentido y mucho de revelación. me hablaron y yo no sabía si salir de mi casa: el viernes no sali, dormi temprano y amanecí tarde. fue una noche apacible como hacía mucho no tenía una. todo el sábado fue nebuloso y errado, entre bien y mal, un roller coaster emocional que ya no tiene cabida en este relato. ese día comí poco: sandwich de queso asado, mi batido proteínico, litros de jugo de arándano y algo tan insignificante que ya no recuerdo ahora. tom me habló y me invitó a la inauguración de una galeria en el centro... desde ahí todo sonaba mal. me habían invitado también, conocía el nombre de la galería "preteen" y aunque me entusiasmaban las fotos de su espacio, mi desconfianza apareció al ver que la exposición titulada RAPE estaría curada por "Farrah Fawcet RIP"... piensa mal y acertarás. pienso siempre que los refranes son tan acertados que deberían convertirse en mantras.
paso 20 minutos dentro de un vagón de metro solitario atorado en un túnel a las 11:25 pm, me da miedo, comienzo a ver a todo mundo sospechoso pero la respiración controlada surte efecto y logro llegar a san juan de letrán sano y salvo y con mis facultades mentales intactas. salgo del metro y camino por la calle donde se encuentra el huequito, doy vuelta por un parque y a medio camino pienso que no es buena idea... unos borrachos me dicen algo, me piden, no se, sigo avanzando y me insultan a gritos. el paso firme y la actitud relajada son la clave para superar este tipo de obstaculos. nada más llegar comienzo a oler el tufito de lo que me esperaba subiendo las escaleras de la bonita casa donde se encuentra la galería. "preteen" escrito en rojo y en mayusculas sobre la puerta de entrada. chicos de lentes de pasta de todos colores y chicas con mallones rotos, mucha camisita vintage, mucho bostoniano, mucho look de señor-o-señora-alcohólica-que-no-se-ha-bañado-en-tres-días. me gusta la ropa, me gustan los accesorios, lo que no me gusta es cuando se vuelve uniforme todo eso. al final estan mis amigos, los saludo. platicamos. reimos. hay mucha cerveza gratis y eso siempre es una señal. nunca he sabido adivinar si buena o mala, solo se que es una señal que me emociona... el mundo del arte clase C en todo su esplendor, robustos wannabe londinenses incluidos. ha de ser hermoso nacer rico, o decentemente rico porque tu abuelo y tu padre se partieron el lomo y entonces, como además eres homosexual, decidir que quieres hacer algo relacionado con el arte ¿qué? es lo de menos, lo importante es estar, y más que estar, pertenecer... tu futuro asegurado. bueno, si no es hermoso al menos debe ser tranquilo: tu futuro visto como una linea recta, sin subidas ni bajadas hacia el horizonte, infinita... y eso mi amigo, ya es ganancia ¿o no?
estaba todo el mundo del arte C, decía, y los que conforman esa extraña mezcla que intenta ser el mundo del arte D también. jamás podrá formarse ese mundo, pero es una especie de botadero que agrupa a lo más duro de ver, lo más duro de tener enfrente, un recordatorio (muevete, despierta! o si no puedes terminar asi)... y uno que otro desafortunado colado del mundo del arte B. la cerveza hizo su efecto y luego hubo más licor y luego conocí a los responsables de esa tertulia: buenos tipos, sin duda, y en verdad deseo que eso haya sido solo un comienzo fallido porque lo tienen todo: un espacio formidable (enloquecería de felicidad viviendo en esa casa), los contactos y sobre todo unas ganas inocentes por hacer todo con romanticismo, comenzando de cero. el romanticismo es lo único que logró conmoverme: las ganas, la materialización de algo que seguramente fue soñado durante años y planeado durante meses... bravo por ellos, los dueños de preteen.
y también decía yo que entre los desafortunados colados había figuras del arte B: un judío irresistible e imposible, un vaquero idem y un nortec norteado. luis y yo salimos por más y más cerveza: a esa horas todo me recordaba a ciudad gótica, o a sin city o a nueva york de los 70's (no a sodoma y gomorra, jamás seremos - ni queremos ser - sodoma y gomorra chavos, tengan poquito más de gusto) y sentía yo que en cualquier momento saldrían los warriors o las panteras negras o los aztecas a hacerse justicia.
se acabó la fiesta.
o apenas comenzaba. fiesta, lo que se dice fiesta, pues no, pero sí un hombro con hombro melancólico y espiritual en lo posible. un acompañamiento en la desgracia de no saber a donde va nuestra ruta, esa que los gorditos pseudolondinenses o los neoyorkinos cobardes que pretenden venir a conquistar el df tienen completamente recta, sin grumos. luis, abe, gaby y yo caminando por eje central entre las cucarachas y las ratas y los taqueros hambreados y los infinitos 7 elevens que acompañan nuestra entrada al lugar más deprimente, ansioso e insípido donde podemos caer: marrakesh.
insípido no, porque la peste es insoportable y eso ya es algo. recuerdo cuando por primera vez entré ahi y yo creía en muchas cosas en las que creo no creer ahora y creí que esa coqueta y naca cantinita se mantendría asi, vacía y acogedora durante mucho tiempo más. me equivoqué. un par de meses después eso era un hervidero de homosexuales y la fauna que suele rodear a ese tipo de homosexuales y su música y su kitsch miedosito - de ese que no se atreve a pasar de república de cuba, no vaya a ser que les roben la chamarra zara o les quiten lo del taxi por andar en el centro. ahora me di cuenta de porque me asquea el marrakesh, o quizás era el estado de ánimo, pero no, no diré más que posiblemente soy yo el que está mal y no el marrakesh, ese hervidero más que de jotos, de desechos humanos que van ahí porque ya no queda más donde ir, porque son tan insípidos y faltos de carácter como la selección musical que pone un latino, bomba sexual que baila todo el tiempo como loco y abre mucho la boca... sabor! (...), y se baja los pantalones y es el alma de la fiesta.
locomia, molotov, celia cruz, the sacados, maria daniela (si... la del sonido lasser), amandititita y cualquier cosa "chistosita" o "típica" de ambiente. a todos lados donde volteo es lo mismo: desechos, desechos que bailan y cantan todas las canciones como si fueran sus himnos. a cualquier movimiento de cabeza hay barbitas de candado y camisas desabotonaditas y ojitos pispiretos buscando el amor materializado en... otra barbita de candado y otra camisita desabotonadita y otros ojitos pispiretos que cambiaran cada mes, si mucho. el colmo, el topic del que no quería hablar pero del que termino hablando son los que se desnudan en la barra. los mismos de siempre: los más tristes, los más inseguros, los que menos personalidad tienen, los que ya estan borrados para seimpre, los que gritan en silencio y no es chistoso. un barbón se quita primero la camisa y se da vueltas: todos le gritan y alguna mano toca su sudado y deprimente torso. se quita el pantalón y se queda en un boxer calvin klein de imitación. baila y las manos vuelven a tocar su torso, sus piernas, el las retiene y las maneja, las aferra... no lo sé, yo encuentro todo muy deprimente, otro aviso.
salimos de ahí y nos vamos a otro bar. me reconcilio con él porque a pesar de todo me la paso muy bien y me termino de emborrachar. me siento feliz. dejamos a abe y a gaby en su taxi y luis me da posada en su departamento. comemos pizza, escuchamos casi todo el musical mentiras y nos vamos a dormir.
al otro día me invita a tomar un helado moyo. por mi cumpleaños. le agradezco y vamos. platicamos mucho y siento como si estuviera saliendo de un pozo en todos los sentidos: ayer el marrakesh y sus barbitas y sus ansiedades, hoy un helado de té verde y kiwi y blueberries y frambuesas. hacemos bromas de todos los que pasan por ahí y platicamos de más cosas. todo se ve más claro. luego vamos a comer burritos norteños. enormes. él me da lo que cree es su fórmula para la felicidad total y hago una anotación mental. luego caminamos hacia antara y por antara. polanco es uno de los lugares con más guapos por metro cuadrado. triste pero cierto. un oasis, una fantasia de que somos ricos y comemos helado de 60 pesos y burritos de 70 y entramos y salimos de tiendas donde una playera cuesta 3500 pesos y un vestido marc by marc 8000. en la tienda de marc vemos al chico más guapo de todo el mundo probándose playeras y pidiéndoles su opinión a sus padres: señores guapísimos de mediana edad con cara de hastío. termina llevándose las cuatro. salimos y vamos a casa palacio y luego a buffalo y luego a etro. pasamos frente a la tienda de calvin klein underwear y es como una masturbación visual, incluso estoy seguro que si te quedas viendo mucho tiempo a fernando verdasco o a nakata, puedes eyacular. pero luego peinso en que la mayoría de los cuerpos que vestiran toda esa ropa estarán lejos de parecerse a los que los visten en la publicidad (puta publicidad) como cuando vi entrar por primera vez a un residente al edificio del 222 y no era un atlético ejecutivo castaño como los de los anuncios, sino una cuarentona con obesidad mórbida y su hijo que estaba a unos 20 kilos de alcanzarla... no se pero creo que ahora entiendo un poquito del porqué la desigualdad le está pasando factura a mi país, una desigualdad monstruosa que ahora tiene arrodilladas a las ciudades más ricas de américa latina como el df o monterrey. otro aviso.
termina el día, regresamos en metro y nos despedimos. me desvío de mi ruta y salgo a caminar a las calles del centro histórico. inercia pura. hojeo revistas y compro dos. doy vueltas y vueltas entre lúgubres edificios que en domingo y en esta situación tienen un aire de melancolía y rabia que no me gusta nada y mejor me regreso a que me trague el metro de nuevo.
ese es el porqué en breves líneas del cómo todo se ha dado como se ha dado. de la razón de que el lunes haya sido genial y el martes bueno a secas y este miércoles genial otra vez. aunque no tenga un peso en la bolsa. aunque todo sean sueños y proyectos. aunque te des cuenta que en algun lugar extrañan a cualquier otro menos a ti. aunque me ría a carcajadas mordiéndome un labio hasta sangrar por dentro.
otro aviso, el penúltimo.
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