Una de las cosas que más me gustan ahora es quedarme despierto en medio de la oscuridad. el cuarto donde duermo esta casi aislado del ruido y de la luz. Es negro y es insonoro. A veces me da miedo, pero lo supero en cuanto comienzo a sentir que floto en medio de la nada, en medio de un vacío tibio y acogedor en el que solo existen los olores. Mi nariz siempre ha estado un poco averiada, pero es en esas noches en las que me doy cuenta de lo potente que puede llegar a ser...
sudor, canela, piel, cabello, madera vieja, plástico polvoso, metal oxidado, papel húmedo, sal, pintura, anis...
la otra noche me llegó un olor a anís y nunca supe porqué. No había nada que tuiera anís en el cuarto ni en los alrededores, ninguna loción o nisiquiera esas muestras que vienen en las revistas, nada.
pero lo olí
Y después duermo y sueño muchas cosas raras. A veces quisiera quedarme en los sueños, y vivir en una realidad paralela, una que estuviera hecha justo como yo quisiera que fueran las cosas. Me ha pasado y es horrible despertar y darse cuenta de la forma en que todo esta arreglado.
no se, aun no decido que prefiero: una realidad enorme e incomprensible, o un sueño hecho a la medida, íntimo.
***
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment