El virus me atacó a mi. No esto seguro si el virus, o si fue una amigdalitis cualquiera, o influenza humana... lo sabré hasta dentro de 10 días. Burocracia. Entre que son peras o son manzanas, me dan Tamiflu y no salir de casa, por 5 días. Fiebre, 41 grados, dolor intenso, ardor de garganta... en realidad nada que requiera hospitalización (ni dificultad para respirar, ni dolor agudo de pecho, ni sangre en los fluidos, ni perdida de consciencia... cuando uno ve lo que son las dificultades se da cuenta que lo suyo, afortunadamente, son nimiedades). Me cuida, me tranquiliza. Pierdo el control a veces, me tranquiliza. No puedo dormir, me acaricia y me cuida. No puedo tranquilizarme... su voz me tranquiliza.
hoy me siento mejor
Hoy abrieron los bares y los restaurantes. Hoy la gente sale a la calle, hoy ya no tengo casi fiebre ni tanto dolor corporal. Tengo nauseas, pocas. Tengo ardor de garganta, mucho. Desde mi cuarto me entero que todos salen a las calles y abarrotan cines y teatros, bares y discotecas, salas de masaje, todo.
Las luces del Oasis se encienden
escucho a los participantes de la karaoke night....
entonces aparece el miedo.
Miedo porque no han pasado ni dos semanas de que se descubrió el virus, de que estabamos en alerta roja, de que la ciudad estaba desierta, de que todos corrían a resguardarse.... y ahora, 13 días después estan tomando y comiendo y bailando y disfrutando y escupiendose los unos a los otros en sus caras.
Miedo porque todos van en metro y en camiones o en sus autos sin tapabocas, contaminandose, exponiendose, exponiéndonos, exponiéndolo...
me da miedo, mucho miedo que por culpa de tanto pendejo nihilista, mi vida, o peor aun, la de los que amo, pueda verse afectada en un futuro.
Shame on you Mexico City
Shame on you Planet Earth
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment